El ministro de Economía, Sergio Massa, resaltó este jueves «la duplicación de las reservas de libre disponibilidad para el Banco Central, que pasa de tener 5.000 millones, producto de la recaudación del dólar soja; a U$S 10.000 millones, y de la liberación de parte del ‘swap’ en el acuerdo con China» anunciada tras la reunión bilateral que el presidente Alberto Fernández mantuvo con su par Xi Jinping en el marco de la Cumbre del G-20 en Indonesia.
Tras arribar a Madrid, en una escala de la comitiva proveniente de Bali, Massa dijo a los periodistas que cubren la gira que la Argentina tiene ahora «disponibles, para trabajar en el mercado único libre de cambios, U$S 10.000″ millones.
Hasta ahora, de los U$S 18 mil millones del ‘swap’ chino, se permitían usar U$S 473 millones cada 90 días, con lo cual, merced a este acuerdo alcanzado el martes último, pasaron a ser U$S 5.000 millones hasta julio del año que viene, y renovable».
La operación del ‘swap’ fue una excepción que hizo China porque la Argentina fue de los primeros que firmó la denominada Ruta de la Seda.
La operación del ‘swap’ fue una excepción que hizo China porque la Argentina fue de los primeros que firmó la denominada Ruta de la Seda
El ministro puntualizó que «esto, además, a los sectores productivos de la Argentina les resulta muy importante, porque les permiten acceder más rápido al flujo de dólares para lo que son insumos y bienes intermedios importados para la producción en la Argentina«.
Otro punto importante en Bali fue la reunión bilateral que Alberto Fernández mantuvo con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, donde lo valioso «es haber dejado ya abierta la discusión sobre el precio de la guerra» con ese organismo multilateral de crédito, «y ya establecido que en diciembre se van a discutir los sobrecargos», señaló Massa.
En ese sentido el funcionario expresó que la Argentina «le está pagando al FMI el doble de tasa de interés que, por ejemplo, le paga al Banco Interamericano de Desarrollo (BID)», y consideró que eso resulta «absurdo cuando el prestamista, en última instancia, es el Fondo».
La Argentina le paga 6,6% en intereses al FMI, el 5% al Banco Mundial, el 3,9% al Club de París y el 2,9% al BID.
En cuanto al impacto de la guerra, la Argentina le dejó al FMI un informe y «la discusión de la prospectiva de 2023 será en diciembre», indicó Massa, después del cierre del tercer trimestre, cuando se discuta un informe del equipo técnico.
Cuando Massa fue hace dos meses al Comité de Desarrollo planteó ante 20 ministros de economía el impacto económico de la guerra en Ucrania: dijo que el hemisferio sur ya lo pagó con los valores más caros de la nafta, gas o fertilizantes; y pidió que una cuantificación de esa sobrecarga.
En este sentido, Massa indicó que, en diciembre próximo, el board del FMI «trabajará por bloques». En el caso de Europa -detalló el ministro- se discutirá el conflicto bélico «porque un país en guerra como Ucrania presta al absurdo que está pagando sobrecargos».
El tercer punto discutido con Georgieva fue que el FMI no computara como déficit los montos que hizo la Argentina como contrapartida a préstamos del Banco Mundial (BM), por 230 mil millones de pesos, y que ese total lo ponga el propio BM.
En cuanto a la construcción de represas en el país con inversión china, el gigante asiático comprometió U$S 500 millones, desglosados en U$S 223 millones que puso la Argentina más U$S 277 millones de anticipo.
Las obras contemplan la llamada «Amba 1», una obra eléctrica en el Gran Buenos Aires por U$S 500 millones, y la red de gasoductos accesorios al troncal de la represa Néstor Kirchner, por $1.900 millones.